Actualización de lo que pienso actualmente sobre productividad (GTD) y «El porqué de escribir tus memorias» que escribí en 2009.
En Agosto del 2009 escribí una entrada en el blog: “El porqué de escribir tus memorias”.
En esta entrada explicaba los motivos que me habían llevado a empezar a escribir mis memorias. El primer paso, como explico, fue localizar en mis recuerdos todos los sucesos con un mínimo de relevancia en mi vida y, posteriormente, clasificarlos cronológicamente y dentro de diferentes etapas, utilizando un software que entonces usaba a menudo. Cuando acabé esta fase me encontré con un enorme esquema, que impreso creo que ocuparía por lo menos un par de metros de altura con letras pequeñas. Cada punto tendría que redactarlo más detalladamente, cosa que empecé a hacer. A cada texto le acompañarían sus correspondientes etiquetas para una posterior localización etc…
Ya hace un tiempo que pienso que todo esto es una absoluta tontería y una pérdida de tiempo. Sigo estando de acuerdo en gran parte con los motivos que me llevaron a hacerlo. Básicamente conocerme más a mí mismo, localizar mis defectos a partir de mis errores para intentar mejorar y, además, no olvidar lo que he sido. Pero fallé en el método y en cómo enfocaba este objetivo.
Es interesante leer aquella entrada porque me hace recordar la forma que tenía de pensar antes. Siempre indagando en todo hasta las raíces más profundas, con mis notas y mi tendencia a clasificarlo todo, siguiendo un sistema de productividad complejo y perfectamente estructurado para intentar tenerlo todo bajo control.
Ahora sé que no se puede tener todo bajo control, que no puedo guardar toda la información que me interesa en mi cabeza… por muchas notas y archivos que tenga. Y que la vida es como estar en medio de una tormenta caótica a la que tienes que sobrevivir a cada segundo que pasa… hasta que te mueres. Y no podemos controlar una tormenta por mucho que nos pongamos a contar las gotas de agua que tenemos alrededor.
Pensaba cosas como que “somos lo que hemos hecho” y que “Olvidarnos de algo es perder parte de nuestra identidad”. En parte es cierto, pero con algunos matices que no conocía entonces. He aprendido que aunque somos resultado de nuestras decisiones pasadas, eso no nos define, si no que a cada instante, dentro de las opciones de las que somos conscientes, nos vamos haciendo a nosotros mismos.
¿De qué sirve acordarte de todos esos procesos que te han llevado a donde estás ahora mismo si estás aquí mismo igualmente?
Pienso que lo que realmente nos puede ser útil de nuestras experiencias pasadas lo tenemos ya incorporado en nuestra personalidad… aprendemos sobre la vida de forma inconsciente. Y estas enseñanzas pueden “aparecernos” de una forma consciente mediante recuerdos o de una forma más inconsciente como la intuición o la empatía, y sobre estas ya tomamos una decisión.
Por supuesto que tenemos que aprender de los errores pasados, y que tenemos una “identidad histórica” que nos puede ser útil en ciertos casos. Aunque pienso que esta última no es real, solamente es una costumbre, una estrategia más que utilizamos para vivir en sociedad. Por esto mismo no tenemos que anclarnos a ella con demasiada energía, o vivirla como si fuera el presente. Tenemos que saber lo que es exactamente, una herramienta, y utilizarla voluntariamente. Ser conscientes de que podemos abandonar esa identidad cuando deje de interesarnos. No es diferente a nuestra “Identidad nacional” por ejemplo.
No pensar de esta forma veo que puede limitarnos mucho, nos quita libertad y nos puede dejar atrapados… Tener menos control sobre nosotros… y pienso que para crecer como personas lo que tenemos que hacer es todo lo contrario. Tener la mayor libertad y las mayores opciones posibles.
He aprendido que para saber quien soy no tengo que mirar al pasado, si no el presente. Y además, que no siempre soy el mismo, si no que vamos alternando diferentes conductas y opiniones… creo que es a eso a lo que llamamos estados de ánimo.
Aunque suelo definirme con el estado de ánimo menos “intenso”, el que me permite ser menos impulsivo, más racional y tranquilo; también soy el agresivo, el triste, el enamorado, el antisocial, etc… bien porque en ese momento decido serlo por el motivo que sea, o simplemente me encuentro influenciado por las circunstancias. Y aun así, en ese momento no eres algo estático, si no que puedes modificarte tomando decisiones, aunque una de ellas sea la de simplemente dejarte llevar.
Leí un pequeño libro sobre Bruce Lee que supuestamente recopila en pequeñas notas el punto de vista que tenía sobre diferentes aspectos de la vida (Aquí algunas de ellas). Hace no mucho que descubrí su faceta filosófica, algo menos conocida por el público en general. Y para mí fue un punto de inflexión en el que empecé a desarrollar otra forma de pensar.
Me di cuenta que en tan solo unas cien páginas Bruce Lee definía su personalidad y lo que había aprendido solamente opinando sobre ciertas cosas. De estas notas y estudiando un poco su biografía podías detectar que causas le habían hecho pensar así. Pero aun así, lo importante era el resultado que tuvieron en él… A lo que quiero llegar es que no es necesario escribir cada minuto de tu vida para saber quién eres.
Mi blog es algo así para mí. Es un ejercicio de pausa y auto-observación. Una especie de meditación en la que organizo mis ideas, veo mis avances o retrocesos, mis cambios… aquí están en verdad mis memorias… Me resulta interesante y puede que útil. Aunque lo de hacer pequeñas notas no se me da muy bien y me enrollo bastante. Es mi espacio, mi forma de expresarme y también una necesidad. Por lo menos en este instante.